¿Cuándo es el momento adecuado para rediseñar tu marca?

¿Por qué es importante hacer un rebranding? 

En determinados momentos nos damos cuenta que nuestra marca ya no resuena. Puede ser porque nuestros objetivos comerciales hayan cambiado y ya no seamos tan competitivos. Porque ahora nos queremos dirigir a otro tipo de cliente. Porque las tendencias han cambiado y han afectado a la percepción de la marca. O sencillamente porque hemos evolucionado y ya no sentimos que ese diseño este alineado con nuestro negocio. 

Tener una marca que conecte con tus clientes ideales y en donde se alineen tus valores comerciales con tus objetivos, es de vital importancia para destacar y competir sin tener que depender únicamente del precio. 

Hay dos fechas perfectas para hacer este análisis:

El comienzo del año, después de la vorágine de las navidades.

Y el verano, cuando está todo mucho más tranquilo.

Ambos, son momentos perfectos para dar un paso atrás y encontrar ese espacio para perfeccionar y refinar nuestras marcas. Para poder desarrollar un negocio sólido que nos conduzca al éxito. 

La identidad de tu marca encierra un gran potencial. Es cuando es algo más que “bonita” cuando realmente empiezan a suceder cosas.

Una marca que habla de tu magia y cautiva a tus clientes potenciales hará, que estos, se muevan a hacer negocios contigo.

Haz que el diseño se convierta en tu más poderoso activo comercial.

¿Cómo saber si es hora de un rebranding? 

El feedback negativo consistente es la razón más evidente: Si recibes comentarios consistentemente negativos sobre el diseño de tu marca, ya sea de clientes, empleados o socios, es hora de prestar atención. La percepción negativa puede afectar la imagen de la marca y, en última instancia, su éxito.

Más sutil, es la obsolescencia visual: vemos como nuestro diseño actual se ve desactualizado en comparación con las tendencias actuales del diseño. Los estilos y preferencias visuales evolucionan con el tiempo, y es importante que tu marca no parezca anticuada.

Otra razón de peso es la de la falta de profesionalidad. Cuando comenzamos, es normal que tengamos un logo sencillo hecho por nosotros mismos, un amigo… Pero según avanzamos, nos damos cuenta que ese es solo un elemento de nuestra identidad visual. En muchos casos, no nos representa, nos avergüenza y no nos muestra como los profesionales que somos, por lo que nos hace que perder clientes. 

Si notas que tu marca no está conectanda de manera efectiva con tu audiencia objetivo, el diseño podría ser un factor. Un cambio en el diseño puede ayudar a revitalizar la percepción de la marca y atraer a nuevos segmentos de audiencia.

La mayoría de nosotros operamos en mercados totalmente saturados. Según mi experiencia, la única forma de mantener la viabilidad comercial de tu negocio es labrarte un espacio único y atraer a un colectivo de clientes que realmente te valoren por lo que haces mejor.

Sin embargo, esto no es nada del otro mundo, lo sé. Pero esta conexión directa entre la estrategia de marca y la identidad visual de la marca es el núcleo del éxito de tu marca.

Labrarte un espacio único y atraer al público adecuado que valore lo que ofreces

La importancia del diseño visual para triunfar en un negocio

La imagen desempeña un papel crucial en el éxito de un negocio. Lo visual, que abarca desde el diseño de la marca hasta la presentación de productos o servicios, tiene un impacto significativo en la percepción de la empresa por parte de los clientes y en su capacidad para competir en el mercado.

Razones clave por las cuales la parte estética es importante en un negocio:

• Primera impresión: La primera impresión cuenta, y la estética es a menudo lo primero que los clientes notan. Un diseño atractivo y profesional puede captar la atención de los clientes potenciales y establecer una impresión positiva desde el principio.
  
• Diferenciación: En un mercado saturado, donde los consumidores tienen muchas opciones, la estética puede diferenciar a un negocio de la competencia. Un diseño único y atractivo puede destacar y atraer a clientes que buscan experiencias visuales agradables.
  
• Construcción de marca: La parte estética es fundamental para construir y fortalecer la identidad de la marca. Un diseño coherente y atractivo contribuye a la memorabilidad de la marca y facilita la conexión emocional con los clientes.
  
• Profesionalismo: Una apariencia estética y profesional comunica confianza y seriedad. Los clientes tienden a confiar más en negocios que presentan una imagen cuidada y profesional, ya que esto sugiere un compromiso con la calidad y la excelencia.
  
• Experiencia del usuario: La estética también se relaciona con la experiencia del usuario. Un diseño bien pensado y agradable facilita la navegación a través de sitios web, aplicaciones y otros puntos de contacto, mejorando la satisfacción del cliente y la retención.
  
• Comunicación visual efectiva: La estética es una forma efectiva de comunicar mensajes y valores de manera visual. Un diseño claro y coherente puede transmitir la personalidad de la marca, sus valores y sus objetivos sin necesidad de palabras.
  
• Atracción visual en marketing: La publicidad y el marketing visual son herramientas poderosas. La estética impacta directamente en la efectividad de las campañas de marketing, ya que un diseño atractivo puede aumentar la atención y el interés de los consumidores.
  
• Adaptación a las tendencias: La estética también debe evolucionar con el tiempo para mantenerse relevante. Mantenerse al día con las tendencias estéticas en diseño y presentación ayuda a la empresa a proyectar una imagen moderna y actualizada.
  
• Influencia en las decisiones de compra: La estética puede influir en las decisiones de compra de los clientes. Un producto o un empaque visualmente atractivo puede incentivar a los clientes a elegir un producto sobre otro, incluso si ambos son similares en funcionalidad.

En resumen, la parte estética en un negocio no solo se trata de la apariencia superficial, sino que tiene un impacto profundo en la forma en que la empresa es percibida, recordada y experimentada por sus clientes. Invertir en una estética cuidada y coherente es esencial para construir una marca sólida y competitiva.

La importancia visual. 

Tu identidad corporativa, va más allá de la creación de un logotipo elegante, aunque no cabe duda de que es un elemento central.

Una marca bien diseñada combina tipos de letra con el carácter adecuado, colores que resuenan y comunican los valores de la marca, texturas que añaden profundidad y estilo y elementos ilustrativos que aportan personalidad.

El estilo de marca es el arte de utilizar tipos, colores, fotografías, diseños, ilustraciones y texturas para comunicar un mensaje cuidadosamente estudiado y muy intencionado. Un mensaje que le ayude a atraer a los clientes adecuados, les anime a hacer negocios con usted y le permita llegar más rápido a donde quiere. 

Cuando nos centramos en las sutilezas de nuestras ventajas y trabajamos con el diseñador correcto, que puede captar con sensibilidad esos matices en los elementos visuales, estaremos en el buen camino.

Cuando tu branding se elabora con enfoque, estilo y propósito, se convierte en un activo para tu empresa.

Permite a tus clientes actuales y potenciales ver tu negocio de la misma forma que lo ves tú: creas valor, te distingue de la competencia y te ayuda a ganar confianza.

La identidad debe representar exactamente lo que hace que tu empresa sea tan especial y hacer que te sientas orgulloso cada vez que lo miras.

A cauda de todo ello, una identidad de marca poderosa resuena a un nivel emocional e instintivo. Comunicará subconscientemente los valores de tu empresa, se dirigirá directamente a tus clientes más rentables y hará que hacer negocios sea mucho más sencillo.

Conclusión:

Como diseñadora, la creación de una marca no sólo debe tener buen aspecto, sino que también haga que te sientas bien. El buen rebranding, elevará tu marca, aumentará enormemente la confianza, la motivación y la capacidad de avanzar con facilidad.

Cuando tu marca resuene de forma adecuada, te resultará más fácil conseguir a los clientes adecuados, ser dueño de tu espacio, y cobrar lo que vales. Porque sólo una marca bien desarrollada puede hacer esto. Mejorar la credibilidad, facilitar atraer al equipo adecuado y establecer grandes colaboraciones.

Desde la perspectiva de la experiencia del cliente, una marca bien rediseñada fijará las expectativas al nivel adecuado, mejorará la satisfacción del cliente y establecerá relaciones positivas a largo plazo. Aumentará la fidelidad a la marca y, en última instancia, facilitará que la gente recomiende tu empresa a otras personas.

Recuerda: para elevar tu negocio, no solo tienes que encontrar tu ventaja, definir tu magia y operar en un espacio que solo tú puedes poseer, sino que también necesitas una marca que lo muestre en todo su esplendor.

Una identidad de marca bien desarrollada resonará a un nivel emocional e instintivo. Comunicará subconscientemente los valores de tu empresa, y conectará con tus clientes más rentables.

Esto requiere mucha más perspectiva y perspicacia de lo que podría pensarse, y las ventajas son profundas. Deja ya de pensar que tu identidad no hace nada por tu negocio, al contrario, es una pieza fundamental para vender. Por ello, cuando vayas hacer un rebranding, busca a un buen profesional que te ayude a lograr todos esos objetivos